«Si crees que ya no hay esperanza, necesitas saber esto…»

Hay quienes han intentado de todo para salir del pozo en el que se encuentran; ya han luchado con sus fuerzas físicas, con sus capacidades intelectuales, con su dinero, y también han buscado ayuda con familiares y amigos. Sin embargo, desesperados, ven que la situación no mejora y hasta parece empeorar, mientras nadie se preocupa por ellos.

Es común que la angustia lleve a tomar malas decisiones, caer en vicios o atentar contra su vida. Sin embargo, siempre hay una oportunidad para recomenzar: Dios quiere y puede cambiar cualquier adversidad; solo falta que la persona también lo busque. No importan las fallas cometidas, pues Él escucha cuando hay un arrepentimiento verdadero.

El que hace una alianza con el Señor y vive de acuerdo con Su Palabra, recibe el Espíritu Santo, quien le dará entendimiento para actuar eficazmente ante cualquier situación. Será como Abraham, a quien le dijo: «No temas, Yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande.» (Génesis15:1). Dios lo sacará de ese desierto para llevarle a aguas tranquilas y pastos verdes de descanso. Sin embargo, solo la persona puede decidir comenzar una nueva vida.

Quien hace de Él su pastor nunca se decepciona.