La última invitación

Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida. — Apocalipsis 22:17 El Espíritu Santo y la esposa (la Iglesia) aparecen juntos aquí a pedir a una sola voz: “Ven”. Este pedido refuerza el papel del Consolador en la vida de la Iglesia: Él está con ella aquí en la Tierra, guardando y protegiendo a la novia del Señor Jesús mientras ella se prepara y espera Su llegada. Es imposible en este mundo mantenerse firme en la fe sin la ayuda y la presencia del Espíritu Santo. No basta con creer en el Señor Jesús, ir a la iglesia, ser bautizado en las aguas y leer la Biblia. Es necesario ser bautizado con el Espíritu Santo. Es Él Quien nos auxilia en nuestras debilidades. Esto es cuestión de supervivencia de la fe.

“Ven, Señor Jesús” es la última oración de la Biblia y también debe ser la nuestra diariamente. Hay una corona reservada para aquellos que aman Su venida:

En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman Su venida.— 2 Timoteo 4:8

Y quien quiera, tome gratuitamente del Agua de la Vida. Después de toda la revelación — los avisos, las exhortaciones, las profecías, el ánimo, las visiones y las llamadas al arrepentimiento — viene la última invitación para el lector del Apocalipsis.

Aún hay tiempo de reconciliarse con Dios y de saciar la sed. ¡Quien quiera, venga ya, y beba gratuitamente de la fuente eterna que rebosa del Agua de la Vida! Si quiere, ahora mismo, usted puede recibir el perdón gratuito de Dios. El Espíritu Santo está listo para lavarlo en la sangre de Su Hijo Jesús y hacerlo una nueva criatura. Aproveche esta oportunidad, pues, así como hay una última invitación en la Biblia, en algún momento de su vida la invitación a la salvación también será la última.